El planeamiento fiscal es fundamental para las pequeñas y medianas empresas en México, permitiendo optimizar recursos, reducir carga tributaria y evitar sanciones. Estrategias como la selección adecuada de estructura legal, aprovechamiento de deducciones y asesoría especializada son esenciales para mejorar la competitividad y asegurar el crecimiento sostenible en un entorno desafiante.